Bien, aunque las formas y detalles van a variar ligeramente según el fabricante del coche, sí hay una serie de pautas más menos comunes para instalar un cinturón de seguridad. Digamos que sea de sujeción hombro-regazo. Que sea, por ejemplo, en el asiento trasero.
El primer paso será comprar un cinturón universal inercial con sus carretes. Suelen costar entre 50 y 100 euros. Una vez que contamos con las piezas, que pueden comprarse en cualquier tienda de recambios o hacerlo on line, comenzamos el trabajo.
Un trabajo sencillo si sabemos hacerlo
Lo primero que haremos será quitar los paneles del maletero y las paredes, introduciendo los carretes en sus correspondientes huecos. Hecho esto, el siguiente paso se da con los mencionados paneles, y es el de introducir el carrete también en los huecos dispuestos para tal fin.
Para terminar correctamente la instalación del cinturón de seguridad es indispensable volver a colocar cada panel en su lugar. Pero no es suficiente: un panel que no esté muy firmemente sujeto puede provocar accidentes, en lugar de evitarlos. ¿Qué hacer?
Para mayor seguridad
Sencillo: después de asegurar los cabos del cinturón de modo que no se muevan de su sitio, se recomienda poner pegamento de contacto al conjunto, de forma que quede completamente seguro y nos evite cualquier tipo de disgusto.
Tengamos en cuenta varios aspectos: de un lado, que las piezas pueden conseguirse a mucho mejor precio en un desguace, siempre y cuando éstas se encuentren en perfecto estado de conservación. De otro, y hablando de las herramientas necesarias, precisaremos, habitualmente, una sierra de precisión, llaves tubulares y Torx.
Si no disponemos de los materiales indicados, un taller o carecemos de la habilidad suficiente, lo ideal es acudir a un taller o a un concesionario. Aunque nos saldrá mucho más caro, pensemos que lo que estamos poniendo en juego es nuestra seguridad. Un cinturón no aporta belleza o aerodinamismo. Un cinturón salva vidas, de modo que no hay margen de error.