La tecnología avanzada permite ahora que los neumáticos, a través de sensores, transmitan datos bastante útiles para los propietarios de los automóviles. Dicha inteligencia está adaptada para avisarle al conductor sobre posibles pinchazos, inflados inadecuados y presión.
Dentro de la reglamentación en Europa, ya se sabe que para el verano de este 2012 es obligatorio, por ejemplo, que todos los carros fabricados lleven el sensor de presión del neumático. Es bueno saber que en cuanto a su seguridad, esta detección puede prevenir accidentes, también disminuir el consumo de combustible que se produce cuando hay menos presión y el desgaste del neumático es mayor.
Esta tecnología, aparte de detectar la presión con el sistema de sensores (TPMS) ofrecerá datos en tiempo real por lo menos en la marca Michelin, está combinada con los chips RFID (Identificación por Radio Frecuencia, en español). Este chip podrá decir qué temperatura tiene el neumático y cuánta vida útil les queda. Estos avances procuran siempre que el conductor maneje seguro y se reduzcan posibles accidentes.
Cómo funciona la detección de fallas.
Estos sensores están puestos en la válvula de cada neumático y emiten señales de radiofrecuencia que finalmente son captadas por unas unidades especiales de control. Esta unidad, a su vez, transmite los mensajes y serán vistos por la persona que conduce el vehículo por medio del ordenador del coche.
Estos sistemas van provistos de 5 sensores de presión de neumáticos, un cuadro de instrumentos, la Unidad de control, 4 antenas para la vigilancia y un selector de funciones.
Con estos nuevos sensores estamos conduciendo más seguros, evitando posibles pinchazos repentinos por falta de aire o exceso del mismo. Se sabe que cuando conducimos a alta velocidad estando la presión baja aumenta la temperatura del neumático, y con ello las posibilidades son altas para que reviente.