Tengamos en cuenta que el coche no sólo ha de estar limpio por fuera o su habitáculo libre de polvo y objetos que podrían, incluso, peligrosos. El motor, si queremos evitarnos disgustos (alguno de los cuales, en su definición lleva la palara desguace), ha de estar tan limpio como sea posible.
Dicho esto, son varios los métodos para limpiar un motor, desde pasarle un trapo húmedo hasta usar productos químicos específicamente pensados para la tarea. En todo caso, si es posible, ha de hacer esta limpieza un profesional y usando productos específicos.
¿Queremos hacerlo nosotros? Adelante
Si, aun así, queremos ahorrarnos los pocos euros que nos costará un limpieza a fondo del motor, podemos hacerlo nosotros mismos. La mejor forma de hacerlo es con el motor en frío. Rociamos todo el motor con el producto específico para su limpieza y dejamos que actúe unos minutos.
Al cabo de esos instantes, aclaramos el motor con agua a presión y vemos como se queda como nuevo. Pero, ¡cuidado! Evitemos rociar con agua a altas velocidades los elementos electrónicos y las conexiones de tales cajas (unidades de control, bomba de gasoil, huecos de las bujías y tapas de encendido ).
Que el motor se seque a sí mismo
Otra cuestión importantísima se refiere a que, en cuanto terminemos, encendamos el motor y lo dejemos en ralentí hasta que salte el ventilador del radiador y se seque enseguida, sin que la humedad afecte a componente alguno.
Otra buena idea es lanzar agua a presión al radiador del agua y al condensador del aire acondicionado. De esta forma, estos elementos también estarán en un correcto estado de revista. Tampoco debemos olvidar darle un repaso a los bajos del motor, siempre delicados.
Si no tienes una idea muy clara de lo que estás haciendo, insistimos, siempre es preferible dejar que los expertos se encarguen de evitarnos los disgustos de un motor sucio. Pueden hacerlo por entre 20 y 60, dependiendo de los productos que usen y de cuanto quiera cobrar el local.