Cuando se trata de vehículos, existe una cierta tendencia a pensar que cuanto más grande es el transporte, mayor comodidad provee. Sin embargo, la tendencia en los últimos años marca claramente un punto final a este pensamiento.
De la mano de las grandes compañías de la industria automotriz, se ha reflejado durante los últimos años, una inclinación hacia los diseños compactos, tal como ofrece Smart. No tardaron en sumarse las marcas competidoras que estiman para los años venideros, lanzamientos de tipo pequeño y para pocos pasajeros.
Menos es más
Los argumentos que defienden y predicen un futuro de autos miniatura, se basan principalmente en la optimización de espacios, la comodidad al maniobrar, la solución a los problemas de tránsito y la inclusión al mercado automotriz de una clientela muy abarcativa con especial enfoque en la juventud. Así mismo, muchos de estos coches pueden circular a velocidades medias con el uso de electricidad, lo que evita la contaminación. Si bien se seguirán fabricando vehículos de doble tracción y pick-ups, los autos mini han causado furor en las calles, lo que ha despertado el interés de muchas empresas dedicadas a la fabricación automotriz.
La seguridad y los peligros
La preocupación y gran interrogante que ha despertado la tendencia de los coches mini en el futuro se centra en la seguridad. Sin dudas, no es una temática para dejar de abordar. Las compañías entienden que aún hay mucho por hacer para optimizar al máximo estos aspectos en los vehículos pequeños, aún así se entiende claramente que su uso se destina a viajes cortos y con poco equipaje. Esto podría ser un motivo para generar el efecto contrario, ya que dada la baja velocidad, los riesgos disminuyen, pero se entiende que en lo que al usuario respecta, no siempre se obra con prudencia. El auto del futuro será pequeño y seguro, fue lo que aseguraron los fabricantes, siempre dependiendo del buen juicio de quien lo maniobra.