Llegadas determinadas épocas, millones de personas se desplazan a diferentes destinos. Pensamos ahora mismo en las vacaciones, sean de Navidad, Semana Santa o verano. Del mismo modo, observamos que estos desplazamientos suelen realizarse en coche, sometiendo al automóvil a viajes largos y esfuerzos poco habituales. Es por eso que es importante realizar la verificación del coche para estar seguros de que el vehículo esté en perfecto estado de revista. En forma.
Antes de entrar en profundidades, lo básico: leer y seguir las recomendaciones del fabricante. Además de ello, el vehículo ha de estar al día de sus revisiones periódicas. Dicho lo básico, entramos en materia.
Primeros pasos para la verificación del coche
Antes de salir de viaje hemos de fijarnos en que determinados puntos clave del coche estén en perfectas condiciones. El primero que vamos a observar son los neumáticos, con el dibujo bien marcado y la presión correcta. No dejan de ser el calzado de nuestro coche, de modo que nos evitan resbalones A 120 kilómetros por hora.
El segundo paso es comprobar el estado de las suspensiones, fijaciones del tubo de escape, fuelles protectores de homocinéticas y rótulas. Tampoco debemos dejar atrás la bomba de agua y el alternador.
Momento de revisar “los niveles”. El coche necesita líquidos para funcionar. Si hemos de someterlo al esfuerzo de andar cientos de kilómetros, asegurémonos de que lleva suficiente cantidad. Para empezar, observemos el aceite a través de su varilla indicadora, siempre en frío y con el coche en plano. Tampoco olvidemos la batería, a la que añadiremos agua destilada si el líquido no cubre por completo las placas. Por cierto: esos bornes, limpios, engrasados y bien atornillados.
Más líquidos: El de refrigeración, entre los indicadores, que no desborde y, sobre todo en verano, llevemos un bote en el maletero, por si acaso. Otro que tiene un indicado de mínimo y máximo es el de frenos: tengámoslo siempre más cerca del segundo que del primero.
Son más los puntos que deben repasarse antes de salir viaje: ¿frena bien el coche? ¿Hay que hundir mucho el pie para que se detenga? ¿Vibra el volante aun a una velocidad moderada? Y las luces, ¿funcionan bien y están correctamente alineadas?
Son varios los puntos críticos y muchos los recomendables en la verificación del coche. Lo ideal es que sea un experto quien revise el automóvil antes del viaje y dé el visto bueno sobre las condiciones de seguridad y confort -a veces, lo uno y otro son lo mismo en que viajaremos.