Porque más vale un por si acaso que un quién lo iba a decir, hemos recopilado una serie de accesorios (cuatro: dos obligatorios y dos opcionales) que no vienen normalmente de serie con el coche. Sería este un artículo de muy poco mérito si nos limitásemos a habar de airbags o cinturones de seguridad.
Comencemos por los dos elementos obligatorios: el primero de ellos se refiere los triángulos de señalización. Sí: esos que aún no sabes cómo se despliegan y de cuyo funcionamiento te convertirás en inmediato autodidacto a la primera avería que sufras. No son caros: rondan los 5 euros cada uno. Es más, en algunos concesionarios te los regalan cundo adquieres el coche.
La ley nos obliga a llevar ciertos elementos
Otro elemento que no es costoso y que, de hecho, al comprar el coche también suelen regalártelo es el chaleco reflectante, cuyo uso es obligatorio si te bajas del vehículo en vías interurbanas, estén o no bien iluminadas. Sí, hombre, si sabes cuál te digo: ese chaleco fosforito, doloroso a la vista, que ha salvado ya una buena cantidad de vidas. 5 eurillos.
Vamos ahora con los otros dos elementos, los que no son obligatorios pero sí muy convenientes. Y comenzamos por uno que, si tu coche no tiene protector de batería y te dejas las luces encendidas, vas a agradecer una barbaridad: unos cables de arranque, con sus pinzas y todo, que puedes conseguir por, más o menos, 20 euros.
Y terminamos por otro «ahorrador de disgustos», que casi nadie tiene en un turismo y que nos puede salvar de quedarnos sin coche: todos tendríamos que tener un extintor en el vehículo. Después de todo un coche es una máquina que se mueve a base de pequeñas explosiones provocadas por un elemento altamente inflamable. No parecen necesarias muchas más explicaciones.